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Misterio amarillo para un idiota

Esto apareció en el último pedido del súper
Hasta que me enfrenté con este cachivache amarillo y amorfo, no tenía nada en contra de los productos Qué. Quizá me diese algo de mala espina Qué hasta los plásticos Qué los envuelven tengan las arterias Re-Qué-te colapsadas. Pero nada más.

El artefacto en cuestión venía perfectamente envuelvo pero sin ningún tipo de instrucción. Así que empezamos a plantearnos posibles usos del mismo. Podría ser… ¿un remake de aquellos monederos estancos que luxaban las cervicales por el peso de la calderilla? Los que conservan el “Recuerdo de Lloret de Mar” en buen estado se cotizan al alza en el mercado friqui. No. Seguimos investigando. ¿Un porta-palmeras? No caben ¿Un catalejo? ¿Un caleidoscopio? ¿Un rodillo de cocina? ¿Un xxx? no, que no lleva pilas.
Tras darle muchas vueltas y pensar en lo fácil que es adjuntar un dibujito, unas instrucciones o ponerle un puto nombre para dar una pista, desistí. Hasta que al día siguiente, en la plaza, vi a un niño soplando por un agujerillo que había en el sin-nombre. Resulta que es una vuvuzela, tan molesta como fácil de llevar.
Queridos amigos de súper, la próxima vez que me queráis regalar algo, no os compliquéis, cualquier cosilla, un Rolex mismo, pero no me deis más estos disgustos.

1 comentario:

  1. Si amigo... una empresa de repostería nos ha dejado a todos como idiotas. El mío tiene la pegatina de donetes, y ha sido sometido hasta a desmontaje de la membrana de goma antes de darnos cuenta de lo que era, que por supuesto lo hemos tenido que googlear y por eso hemos llefao hasta aquí.

    Pues nada más, gracias por resolver el enigma.

    Un saludo.

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