Tras analizar los motivos de que muchas especies estén en peligro de extinción, hay una causa que sobresale: su uso en la Medicina Tradicional China, sobre todo, en lo que a afrodisíacos se refiere. Desde el cuerno del rinoceronte hasta los huesos de tigre, pasando por infinidad de reptiles, aves y plantas. El mundo se va a extinguir por el complejo de mala picha de los chinos.
A estas alturas sabemos todos que las estadísticas sobre los tamaños viriles, que se elaboran con la información que dan los propios interesados, son tan fiables como las previsiones de crecimiento del Gobierno.
Si no podemos echar mano de estadísticas, sólo nos queda apelar a la conciencia cívica. Chinas del mundo ¡uníos!… para alabar cuanto miembro local os pase por delante. Si vuestra pareja presume de haber conseguido unos polvos o un ungüento en el mercado negro, capaz de satisfacer a Nuria Bermúdez, no caigáis en la tentación de usarlo. Consolaros y pensad que el fingimiento de hoy es biodiversidad de mañana.
En vuestra mano está que los ahora pichicaídos empiecen a sentirse como los herederos naturales de Rasputin. Ya está bien de encargar online vibradores del tamaño del dirigible Hindenburg, porque luego él abre el cajón de la mesilla y ¿qué ve?... las pilas, claro, no va a ser el vibrador, que lo tenéis en el descansillo porque no cabe ni por la puerta. En nombre de La Tierra, gracias.
XDDD.
ResponderEliminarLo único claro respecto al sexo de los orientales es la total ausencia de rizos en salva sea la parte.
Y cualquiera que se haya dado un voltio por las páginas de gadgets chinas tipo Dealextreme o Focalprice, verá que no sólo están preocupados por el tamaño, allí podrás encontrar las formas más variopintas, por lo que sospecho que piensan nuestros marciales, además de más altos, también son más heterogéneos.
Pues nada, señor Meda, si se anima usted a iniciar una campaña mediática de defensa de dichas especies en vías de extinción, sepa que no contará con mi apoyo, pero seguro que sí con el del casino de Bono (y está claro que no me refiero al famoso empresario hípico que tenía entre sus hobbys ser político y ajpirar laj-jachej).