Cerca para descubrir. Lejos para analizar. Libre para decir. Inmune a las querellas.



Los médicos sobornados por… ¡¡Coca Cola!!

Si puedes leer este post, es que todavía no he sufrido un accidente en la bañera ni me he suicidado pegándome cuatro tiros en la nuca. Pero es lo que me espera tras sacar a la luz uno de los contubernios más oscuros y lucrativos de nuestra historia reciente. Lo de Urdangarín es quitarle el bocata de Nocilla a un niño gordo comparado con esto.


Coca Cola soborna a la clase médica española. No es a uno, no es a dos. Es un soborno a gran escala, con un vaivén de millones parriba y pabajo en maletines que para seguirlo se marearía la mismísima niña del exorcista. Al igual que en Nápoles, la podredumbre llega hasta tan hondo que la impunidad se ha instalado en el sistema. 

Con dos pelotas rojas y un palito blanco, los responsables de la multinacional en España han organizado un congreso médico en Cádiz… a tutiplén. El II Congreso de la Hidratación. Con uno no bastaba, había que hacer dos que luego serán tres. Allí se han juntado más médicos que en una fiesta toga de enfermeras. Lo mejor de lo mejor de nuestra I+D para, entre todos, llegar a una conclusión.



¿Qué lleva cafeína y azúcar? Un café con le--¡¡calla, idiota!... la Coca Cola, claro. Pues eso, que todos se han puesto de acuerdo para decir que la Coca Cola va fenomenal para la cabeza. También va genial para tirarte unos eructos que pueden quebrar una copa, pero eso no es ninguna novedad.

Este blog está en posición de poder afirmar que esta ofensiva de la mano de los médicos comenzó años antes. Ha sido diseñada al milímetro por las mentes más preclaras (las que toman Coke, “of course”) de nuestro país. 

A todo hijo de vecino la primera Coca Cola le provoca un cosquilleo y una hinchazón insoportables, ya que nuestro cuerpo no está hecho para ingerir nada que tenga burbujas. ¿Cómo lograron eliminar el rechazo natural de nuestro organismo a las bebidas con gas? De nuevo, echando mano de los médicos, pero ahora, fue con los pediatras, a los que sobornaron masivamente con un único objetivo: que atiborrasen a todos los niños con…





Los pobres valencianos tuvieron que empezar a llevarse sus naranjas a la China (de ahí la expresión), porque aquí, con tanta Vitamina C burbujeante, no vendían ni una. El consumo de naranjas de verdad ha hecho que los chinos sean una mega-potencia, y por eso ahora Coca Cola ha puesto sus ojos en este jugoso mercado de miles de millones. La espiral sigue y sigue.


No hay comentarios:

Publicar un comentario